miércoles, 22 de mayo de 2013

Dani Barranquero: “Los aficionados del Obradoiro me han hecho ser partícipe de su ilusión a mil kilómetros de distancia”

MIRIAN FERNÁNDEZ VÁZQUEZ @mirianfdezv 

Daniel Barranquero apenas necesita presentación para la familia obradoirista. Sus extraordinarios artículos sobre el equipo y los jugadores del club compostelano le han convertido en uno de los periodistas más admirados. Por su pluma han pasado las vidas de Milt Palacio o de Salah Mejri y los logros de Corbacho, pero fue su capítulo “ El Quijote de East Van” sobre Levon Kendall el que maravilló a todos los seguidores del “Obra”, mientras que consiguió emocionarnos como pocos con “La revolución obradoirista” , homenaje a la entrega de la afición. En relación a estos artículos y con motivo de la histórica entrada del Obradoiro en los puestos de playoff hemos querido conocer sus impresiones en esta entrevista, en la que se deshace en elogios una vez más hacia el clan obradoirista.

Hola Dani. En primer lugar quería darte las gracias por tu amabilidad y felicitarte una vez más por tus excelentes artículos sobre nuestro club. Supongo que estarás abrumado con tanta expectación obradoirista.

El agradecimiento es mío y aprovecho esta entrevista para extenderlo a toda la afición del Obradoiro. Uno, cuando escribe, y más en un medio digital, siempre está expuesto a los comentarios, siempre está expuesto a la crítica. Lo que no es tan habitual es ver a unos aficionados tan volcados y tan cercanos por el simple hecho de escribir sobre su equipo. Me han hecho ser partícipe de su ilusión a mil kilómetros de distancia, me han hecho descubrir qué siente y cómo respira el SAR. Por supuesto que la palabra es abrumado, aunque siempre acompañada de agradecimiento y admiración


¿Te ha sorprendido la exitosa e histórica temporada que está llevando a cabo el Obradoiro en la Liga Endesa? ¿En dónde crees que está el techo de este equipo?

Los que sueñan no tienen techo y eso no es un tópico, sino mandamiento. El techo del equipo se verá cuando el SAR despida en ovación a los suyos tras haber caído con la cabeza bien alta. O quizás la ovación final sea de celebración. Estamos en Playoff, nunca se sabe. A mí no me sorprende el rendimiento del equipo porque sé cómo se ha fichado, inteligentísimo José Luis Mateo, sé quién es el entrenador y sé cómo son sus piezas. Pero sí debo admitir que para mí, la mayor sorpresa, ha sido la reacción del equipo tras quedarse fuera de la Copa del Rey. Ha pasado muchas veces en Liga Endesa, ese efecto efervescente de luchar por una ilusión y el bajón lógico al afrontar una realidad mucho menos idílica. El mismo Obra del descenso coqueteó con la Copa al final de la primera vuelta. Levantarse tras aquel partido en Badalona no debió resultar sencillo y dice mucho de la ambición y el hambre del equipo. Con un público entregado y el cartel de revelación ya casi perenne, nadie hubiera protestado por un noveno o un duodécimo puesto. Ser capaces de volver a poner los pies en el suelo y empezar casi desde cero para culminar el trabajo, la verdadera gesta de este equipo.


El canhadoiro, los cromos de Amio Cajander, el blog de Fru, el de Jacobo Rey, etc. Está claro que el Obradoiro es algo más que un club. ¿De qué manera te han sorprendido estas iniciativas?

Me sorprendieron tanto las iniciativas que lo que era una idea, escribir acerca de todo lo que hay detrás del equipo, se convirtió en una obligación. Quizás el mayor problema de aquel artículo de “La revolución obradoirista” era tener que decir todas las iniciativas, de carrerilla y en un mismo artículo. Cada cual se merecía una propia, de verdad. Y sé que hubo aficionados que se pudieron molestar por no ser citados. Eran todas las que estaban pero no estaban todas las que eran. Sin embargo, como te digo, qué complicado quedarme con una. Un genio haciendo cromos con los que entran hasta ganas de decorar tu propia casa, un fotógrafo capturando cada canasta del Obra, cada instante mágico. Los blogs, las peñas, las redes sociales. De Rosmadoiro al tatuaje de Marcos Coll, de la pulpada a los conciertos organizados. ¿Y las cañas? ¿Qué decir del “canhadoiro”? Simplemente, que no he visto nada igual y que, como aficionado al baloncesto y al deporte, creo en un modelo así, en el que una estrella abrace a un niño tras un entrenamiento o un entrenador comente con los aficionados el último partido. Es increíble. Es precioso.


Decía Raúl López que la conversión en SAD “parecía imposible, pero ha sido verdad”. ¿Cómo se percibió esta hazaña lejos del entorno compostelano? ¿Recuerdas un movimiento similar en algún otro equipo?

Similar, no. Iguales de buenos seguro, pero similar no recuerdo. Siempre sería injusto hablar de “mejor” o “peor”, hay muchas aficiones con encanto y comparar está de más, pero desde luego es llamativo todo lo que rodea al Obra. Sea “facendo obra” o sea con movimientos sociales diferentes en otras ciudades o clubes, lo importante es lo que dijo una vez Santi Escribano, del departamento de prensa del Asefa Estudiantes. En el Obra se ve el espíritu con el que nacieron los clubes: hacer comunidad. Y algo tan sencillo es a la vez tan enorme…

El artículo sobre Levon Kendall de hace unos meses fascinó a todos los seguidores del Obra. Como ya sabrás es una persona muy querida y admirada en Santiago, pero ¿Qué te motivó a realizar la entrevista a ese jugador en particular?

Podría responder que su fascinante vida, aunque si te soy sincero, lo primero que me llamó la atención fue su rendimiento deportivo. Pura y llanamente. La evolución de juego, sus números multiplicados, su paso al frente. Sabía que era un hombre interesante fuera de la cancha, si bien reconozco que no tenía ni idea que podía serlo tanto. Fue de las entrevistas más motivantes, más gratificantes. Cada día encontraba un dato nuevo, un aspecto desconocido y más curioso aún que el anterior. Era un reto simplemente el plantear como encajar tantos temas diferentes en un solo cuestionario, en un solo artículo. Aquel “Quixote del Sar” fue de los artículos que más tardé en escribir y, al mismo tiempo, que más lleno me dejaron. Él se implicó totalmente, me abrió las puertas de su carrera y su vida, me facilitó fotos, vídeos y me lo hizo todo mucho más sencillo. ¡Ojalá todas las historias que me quedan por escribir sean así!


¿Qué otro jugador de la Liga Endesa te ha asombrado por su vida o su carácter?

Es complicado e injusto, porque me dejaré a muchos en el tintero. Me asombraron las historias de superación de Marcus Slaughter o Carl English, con graves dramas familiares. La cercanía de Beirán, la vida de Qyntel Woods, anárquica, con mil tachones en el camino y un presente redentor, la forma de hablar de Mario Fernández o los pasos de Boniface Ndong. Y, especialmente, la historia de Sitapha Savané, con un padre que ha luchado por las libertades en Senegal y una madre que ha reivindicado los derechos de las mujeres. Su hijo les salió como ellos. Es un hombre que mere-ce la pena y, hablando con él, no solo aprendes de baloncesto, sino de la mismísima vida.


Como manifiestas, Salah Mejri es un hombre de revoluciones; en Túnez, en el Obradoiro y en su vida misma. No es precisamente el prototipo de jugador ACB.
Desde luego que su historia es de las más atípicas de toda la ACB. Hay jugadores que cogen su primer balón a los tres años. Y tiran, tiran y vuelven a tirar durante años… sin llegar a nada. Él sintió el tacto de un balón de baloncesto, por primera vez, a los 18. ¡Y 8 años después ya es estrella, se lleva premios en la mejor liga de Europa y parece capaz de todo! Es como si estuviera predestinado. Y sí, me podrán decir algunos, la altura ayuda. Por supuesto que cuenta. Pero detrás de Mejri hay mucho más. ¿Cuántos 7 pies han desaprovechado su altura? ¿Cuántos se han limitado a vivir bajo el aro para defender o atacar? El trabajo de Mejri es sensacional, su progresión parece un cuento de hadas y lo mejor es que parece que nos queda mucho por ver. La revolución de Salah tendrá más capítulos. Seguro.


Si se confirma el fichaje por el Real Madrid, ¿Cuál crees que será su papel?

Es una buena pregunta. Siempre y cuando que firme por el Real Madrid, que no seré yo el que dé por cerrada esa hipótesis, hay quienes piensan que le costará entrar en un plantilla más profunda, en una rotación mayor. Salvando enormemente las distancias, por los diferentes roles y prototipos de jugador, hay quienes ven en Mejri al próximo Slaughter o Hettsheimeir dentro de la plantilla madridista. En este caso, creo que Salah tendría un primer año totalmente imprevisible. Complica-do por los cambios (¿y qué ha sido su carrera sino una sucesión de cambios?) y por su propia auto-exigencia. Si el equipo confía en él a medio y largo plazo, sí que creo que acabaría encontrando su sitio porque Mejri es de esos jugadores que juega igual sin importar el contexto. Incluso lo ha hecho mejor en ACB que en Bélgica y la progresión puede seguir. Viendo su rendimiento internacional o aquí en España contra los grandes de la Liga, ponerle techos o límites me parece un error.

No me olvido de tu artículo sobre nuestro 33: “Alberto Corbacho, múltiplo de tres”. ¿Crees que tiene serias opciones de formar parte este verano de la Selección Absoluta?

Tengo muchísima curiosidad por conocer la lista de España, entre descartes, dudas y sorpresas. No sé si entrará o no, pero estoy convencido de que estará en la terna de Orenga. El “Corbacho Selección” hace un año podría parecer una utopía, hoy no suena a quimera. Simplemente, es una alternativa, y lograr eso, no es poco. Sacar el debate Corbacho es hablar del debate especialista. Van de la mano. Se ha pasado en años de sobrevalorar a aquel capaz de brillar en una disciplina determinada (“El taponador del equipo”, “el triplista”) a casi defenestrar esa figura. Y debe haber término medio. Corbacho en la entrevista me reconocía que sí, que era un especialista… y que estaba orgulloso de serlo. Sus números y sus porcentajes están ahí y estoy convencido de que los tiros imposibles que mete con un rival encima los hace vistiendo la camiseta del Obra y los haría con la elástica roja. A partir de ahí, el seleccionador deberá valorar si es el perfil que busca y el que necesita.


En una entrevista para Lacumbredeportiva.com te defines como una especie de cuentacuentos del baloncesto y, permíteme decirte que como narrador no tienes precio. ¿ Te consideras más escritor que periodista?

Sin que suene pretenciosa la respuesta, sí. Yo lo que quiero es escribir. Es lo que me gusta, es lo que me da vida. Mi forma de expresarme, de contar lo que siento, casi casi mi manera de conectarme con el mundo. Respeto el periodismo deportivo, especialmente el periodismo en el que creo, de los Gonzalo Vázquez o Carlos Arribas. Es lo que estudié, es mi profesión y mi forma de ganarme el pan. Pero yo podría vivir sin periodismo y, en cambio, no podría vivir sin escribir. No sé si la palabra es cuentacuentos, o si darle épica o literatura a la realidad es distorsionarla, pero pienso que en la vida, en el deporte, en el baloncesto, hay muchas historias que merecen ser conocidas y, sea periodista o me dedique a otra cosa, ojalá no deje nunca de buscarlas y contarlas.


¿Qué consejos le darías a los que sueñan con ser periodistas deportivos?

No soy quién para dar consejos, pero si he de compartir mi experiencia, les diría que no le hagan caso al que les diga que en el periodismo deportivo, lo único que vende es la polémica. “Habla de tal equipo para que te lea más gente”, “la gente quiere morbo, pregúntale por tal cosa”… frases reales que se cruzarán en su camino y que yo, por fortuna, jamás he escuchado en mi actual trabajo en ACB.COM, donde puedo presumir de escribir con libertad temática, de forma y fondo. No obstante, es una realidad que está ahí. Y seguramente no les falte la razón y venda más el pique que la historia trabajada. Por supuesto que verán más personas una pelea futbolera televisada que la última maravilla de Informe Robinson, pero si todos aceptan esas reglas de juego, la bola de nieve les puede acabar arrastrando. ¿Por qué no mejor intentar cambiarlas?


Y una pregunta obligada, ¿Cuándo te veremos en un partido del Obradoiro en la Caldeira do Sar? Por supuesto, estás más que invitado, para nosotros sería un placer contar con tu presencia.
Tanto agradecer el cariño a los aficionados que ahora me toca tomarles la palabra y aceptar esas raciones de pulpo prometidas. Es broma, claro. Es curioso este oficio. Toda la vida yendo a las canchas y ahora que me dedico al baloncesto, los partidos los veo desde casa y por la tele, excepto Copas, Supercopas y, con suerte, alguna final liguera. Es una asignatura pendiente para mí ir al SAR. Porque quiero ver esa Caldeira, porque deseo ser testigo de un Miudiño en directo y porque me van a faltar horas para saludar a tantos amigos y aficionados que he conocido a través de las redes sociales. Es una promesa la de ir. Sin saber el cuando… pero promesa al fin y al cabo.


Por último, muchísimas gracias de nuevo por esta entrevista y por compartir tu tiempo con nosotros. Un fuerte abrazo de parte de los que formamos Obraiados y de toda la familia obradoirista.
Gracias a vosotros por el cariño recibido y otro abrazo grande de vuelta. No hace falta que os desee que disfrutéis mucho con el Playoff porque pase lo que pase, lo haréis. Creo que en este sueño, el camino siempre será más bonito que la misma meta.

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